Andalucía es tierra de sabores, culturas y honores. Paraíso soñado por los foráneos y regio para sus pobladores.
Andalucía es un pueblo con nombre propio, orgulloso de sus orígenes y con deseos de crecer más allá de sus lindes. Porque los andaluces somos la sabiduría de la experiencia y la valentía de la inocencia. Y como ya decía Luis de Góngora: «¡Ándeme yo caliente, y ríase la gente!»
El 28 de febrero, Día de Andalucía, lo diremos más alto, pero no más claro: Andalucía es nuestra tierra y estamos orgullosos de formar parte de ella.
Colores, olores y sabores de Andalucía
Los ríos de color dorado de Jaén recorren el queso gaditano sobre nuestro desayuno sevillano; los tonos de las fresas de Huelva, el aguacate malagueño y el tomate de Almería, embellecen las tapas propias de nuestra gastronomía, como el maravilloso salmorejo cordobés; y qué es un dulce andaluz sin miel, higos secos, almendras e intenso aroma al azahar de la Alhambra de «graná».
Tenemos una riqueza fruto de su gente que hace de nuestro pan uno de los mayores exquisiteces en la mesa del bar: ¡café y entera con aceite y tomate, por favor! Música para nuestros oídos, pequeños placeres de la vida, que esperamos como agua de mayo por y para la felicidad de su gente.
Viva Andalucía, viva mi tierra.
