Disfrutar del pan recién horneado unos días después de comprarlo es posible gracias a los consejos que os damos desde las Tiendas Polvillo para mantenerlo en casa y prevenir su envejecimiento prematuro.
Pan recién horneado, crujiente y blandito como el primer día
El pan es un producto perecedero que se vuelve más duro y seco con el paso del tiempo. Es un proceso natural como consecuencia de la pérdida de humedad. Para frenar el envejecimiento del pan, hay que congelar la pieza en papel de aluminio antes de que ésta pierda la mayor parte del agua.
Después, pasamos a su descongelación a temperatura ambiente (mejor la noche antes de consumir el pan), envuelto en un paño, y a su posterior calentamiento en el horno o en la tostadora. Evita el microondas siempre.
¡Atención! Evita que la temperatura durante el recalentamiento del pan no supere los 60º o se endurecerá de más por la completa pérdida de agua.
No olvides que una vez descongelado el pan, no podrás volverlo a congelar.
Evita guardar el pan en bolsas de plástico
Cuando compramos el pan y llegamos a casa, lo primero que debemos hacer es guardarlo en su lugar correspondiente. Siendo este una bolsa de tela o papel, o bien una caja de madera, ya que estas ayudan a mantener la humedad que necesita para conservarse.
No recomendamos las bolsas de plástico para guardar el pan porque éstas lo reblandecen en exceso y favorecen la aparición de moho.
Cuando vayamos a consumir el pan cortándolo en rebanadas, lo mejor es cortar las que vayamos a consumir y no más, ya que las partes sobrantes se endurecen antes que si conservamos la barra original.
Si tienes alguna duda sobre los métodos de conservación del pan o sobre cómo debes llevar a cabo el proceso de descongelación para comerlo como recién horneado en tu Tienda Polvillo más cercana, no dudes en escribirnos en el siguiente enlace. Te ayudaremos encantados a que disfrutes de nuestro pan como siempre.
